[:es]Conclusiones económicas del Congreso Nacional del Partido Comunista de China[:pt]Conclusiones económicas del Congreso Nacional del Partido Comunista de China[:]

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    Economía
  • Sector
    Inversiones y Servicios Financieros
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    Global

[:es]El 18 Congreso del Partido Comunista de China no solo ha servido para llevar a cabo la renovación generacional de su liderazgo y del país para los próximos diez años sino que, además, ha marcado algunas de las tendencias que en política económica se harán realidad en los años venideros y que tendrán, por tanto, una importancia singular para todas aquellas empresa que operan o que aspiran a operar en el “Imperio del Medio”.

En concreto, el “Gran 18”, como se le ha venido en denominar al Congreso, ha marcado los objetivos de doblar el PIB y el ingreso per cápita del país entre 2010 y 2020 a través de las inversiones públicas en infraestructuras, en telecomunicaciones y en energía; de aumentar las inversiones chinas fuera del país –y no atender exclusivamente a las inversiones extranjeras en el país, que se esperan, en cualquier caso, en la agricultura y en la protección ambiental– mediante la creación de grandes multinacionales chinas dispuestas a llevar a cabo importantes operaciones de fusiones y adquisiciones fuera de sus fronteras; de relajar el control de la economía por parte del Estado; y, finalmente, de incentivar el consumo doméstico y atraer inversión extranjera para la economía del mar, es decir, ingeniería oceanográfica, almacenamiento y transporte de petróleo y astilleros.

Todo ello se puede encontrar en el informe de urgencia realizado por Porda Havas en Beijing, miembro de AMO –red líder global en Comunicación Corporativa y Financiera– y socio, por tanto, de LLORENTE & CUENCA.[:en]El 18 Congreso del Partido Comunista de China no solo ha servido para llevar a cabo la renovación generacional de su liderazgo y del país para los próximos diez años sino que, además, ha marcado algunas de las tendencias que en política económica se harán realidad en los años venideros y que tendrán, por tanto, una importancia singular para todas aquellas empresa que operan o que aspiran a operar en el “Imperio del Medio”.

En concreto, el “Gran 18”, como se le ha venido en denominar al Congreso, ha marcado los objetivos de doblar el PIB y el ingreso per cápita del país entre 2010 y 2020 a través de las inversiones públicas en infraestructuras, en telecomunicaciones y en energía; de aumentar las inversiones chinas fuera del país –y no atender exclusivamente a las inversiones extranjeras en el país, que se esperan, en cualquier caso, en la agricultura y en la protección ambiental– mediante la creación de grandes multinacionales chinas dispuestas a llevar a cabo importantes operaciones de fusiones y adquisiciones fuera de sus fronteras; de relajar el control de la economía por parte del Estado; y, finalmente, de incentivar el consumo doméstico y atraer inversión extranjera para la economía del mar, es decir, ingeniería oceanográfica, almacenamiento y transporte de petróleo y astilleros.

Todo ello se puede encontrar en el informe de urgencia realizado por Porda Havas en Beijing, miembro de AMO –red líder global en Comunicación Corporativa y Financiera– y socio, por tanto, de LLORENTE & CUENCA.[:pt]El 18 Congreso del Partido Comunista de China no solo ha servido para llevar a cabo la renovación generacional de su liderazgo y del país para los próximos diez años sino que, además, ha marcado algunas de las tendencias que en política económica se harán realidad en los años venideros y que tendrán, por tanto, una importancia singular para todas aquellas empresa que operan o que aspiran a operar en el “Imperio del Medio”.

En concreto, el “Gran 18”, como se le ha venido en denominar al Congreso, ha marcado los objetivos de doblar el PIB y el ingreso per cápita del país entre 2010 y 2020 a través de las inversiones públicas en infraestructuras, en telecomunicaciones y en energía; de aumentar las inversiones chinas fuera del país –y no atender exclusivamente a las inversiones extranjeras en el país, que se esperan, en cualquier caso, en la agricultura y en la protección ambiental– mediante la creación de grandes multinacionales chinas dispuestas a llevar a cabo importantes operaciones de fusiones y adquisiciones fuera de sus fronteras; de relajar el control de la economía por parte del Estado; y, finalmente, de incentivar el consumo doméstico y atraer inversión extranjera para la economía del mar, es decir, ingeniería oceanográfica, almacenamiento y transporte de petróleo y astilleros.

Todo ello se puede encontrar en el informe de urgencia realizado por Porda Havas en Beijing, miembro de AMO –red líder global en Comunicación Corporativa y Financiera– y socio, por tanto, de LLORENTE & CUENCA.[:]